El jabón, al mezclarse con el agua disminuye la tensión de la superficie a 1/3 parte y la vuelve más elástica, lo que nos permite soplar a través de una capa de agua con jabón. Comparada con otras figuras como un cubo o una pirámide, la esfera tiene la menor cantidad de área superficial, el aire atrapado en el interior de la burbuja empuja hacia a fuera contra la capa de agua y jabón y la tensión de la superficie crea una fuerza hacia el interior. Este empuje hacia adentro y hacia afuera crea un balance permitiendo que la burbuja mantenga una superficie esférica perfecta.
2 comentarios:
chale lalis
tu blog es muy educativo
yo preferiria escuchar chistes deves en cuando
por ejemplo
Era una señora tan gorda, pero tan gorda, que cuando salía en la televisión, salía en todos los canales.
le dice la mama de rommeo a rommeo
rommeo alejate de la jaula de leon
y rommeo dice
no te preocupes mama no le voy a hacer nada :)
ademas no hablas nada de quimica eso seria bueno para leer
saludos lalis
Las burbujas de jabón son redondas por la misma razón de que otros muchos objetos toman esa forma. Todas las moléculas de una burbuja de jabón se atraen unas a otras con la misma intensidad. Podemos imaginar la burbuja de jabón como formada por miríadas de pequeñísimas criaturas, provistas de numerosos brazos alrededor de sus microscópicos cuerpos, y todos estos brazos fuertemente enlazados con los que los rodean. De este modo, cada molécula se verá solicitada por igual en distintas direcciones. Estas pequeñísimas criaturas, por decirlo así, son del mismo tamaño, tienen el mismo número de brazos y tiran con la misma fuerza. Constituyen entre todas una especie de red, de forma sensiblemente esférica, cuyas partes se atraen así unas a otras. Si esta atracción es uniforme, su esfericidad será perfecta. No hay que olvidar que al mismo tiempo des-arróllanse otros diversos fenómenos.
La burbuja de jabón está formada de materia, a causa de la cual la Tierra ejerce atracción sobre ella, y la burbuja, a su vez, la ejerce sobre la Tierra. Esta atracción que soportan las burbujas les hace perder su redondez de tal modo que, si pudiéramos medirlas de una manera precisa, difícil sería encontrar una perfectamente esférica. Pero si lográsemos formar una burbuja de jabón en un lugar donde pudiera sustraerse a la acción de toda fuerza exterior, su esfericidad sería perfecta.
Publicar un comentario