Un niño puede recibir entre 12 mil y 20 mil impactos anuales sobre anuncios de alimentos y
bebidas, de los cuales 80% se refiere a productos con pobre contenido nutricional, de acuerdo con un análisis de la publicidad de alimentos y bebidas no alcohólicas, dirigida al público infantil.
Este estudio hecho durante el primer semestre de 2009 por Lucero Rodríguez Cabrera y Margarita Luna Ballinas, de la Dirección General de Promoción de la Salud, encontró una tendencia a remitir al público infantil a la página Web del producto y/o empresa y que más de la mitad de los comerciales analizados utilizaron promociones.
Los investigadores observan un riesgo en el hecho de que se estas fuertes campañas de promoción impulsan alimentos y bebidas con de alto contenido de grasas, azucares y sal, considerados como factores contribuyentes al sobrepeso y obesidad infantil.
Al presentar este trabajo de investigación, durante el foro sobre Intervenciones en Obesidad Infantil organizado por la Fundación Mexicana para la Salud, la directora de Estrategias y Desarrollo de Entornos Saludables, Lucero Rodríguez Cabrera, recordó que la obesidad es uno de los mayores retos de la salud pública del Siglo XXI, debido a que de 1980 a la fecha se triplicó el número de personas con este problema y continúa su crecimiento a un ritmo acelerado, especialmente entre los niños.
Detalló que entre 1999 y 2006 la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en ambos sexos aumentó un tercio en escolares de 5 a 11 años. El costo de su atención equivale a 0.5% del PIB, constituye el 9% del de Salud y entre 8 y 10% de las muertes prematuras en México se atribuyen a obesidad.
Al detallar el trabajo de investigación sobre publicidad infantil, informó que se analizaron todos los comerciales que se transmiten de 10:30 a 20:30 horas en uno de los canales televisivos durante un día por mes, con un total de 60 horas estudiadas.
Los productos más anunciados fueron golosinas, frituras, cereales, lácteos, bebidas no alcohólicas, galletas, así como pastelillos y panes, comida rápida y embutidos, aun así, la especialista puntualizó que la publicidad no es el único factor que influye en el sobrepeso y la obesidad infantil; estos problemas tienen causas económicas, culturales y sociales, por ejemplo el sedentarismo y escasa actividad física, que se combinan con influencias familiares, individuales, grupales o de otro tipo.
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