En un placentero día de flojera y regresiones mentales, me encontré con uno de esos programas que seguramente marcaron la infancia de la mayoría de nosotros.
En un placentero día de flojera y regresiones mentales, me encontré con uno de esos programas que seguramente marcaron la infancia de la mayoría de nosotros.
Materiales como el papel, la pintura o los tejidos biológicos son opacos porque la luz que pasa a través de ellos se dispersa en formas complejas y aparentemente al azar. Un nuevo experimentorealizado por investigadores de la Institución de Educación Superior de Física y Química Industrial de la ciudad de París (ESPCI) ha demostrado que es posible enfocar la luz a través de materiales opacos y detectar objetos ocultos detrás de ellos, siempre y cuando se conozca lo suficiente sobre el material. El estudio ha sido publicado en el último número de la revista Physical Review Letters.
Para lograrlo, los investigadores hicieron pasar la luz a través de una capa de óxido de zinc, que es un componente común de las pinturas blancas. Al estudiar la forma en que el rayo luminoso cambia al encontrarse con el material, fueron capaces de producir un modelo numérico llamado matriz de transmisión, que incluye más de 65.000 números que describen la manera en que la capa de óxido de zinc afecta a la luz.
La experiencia mostró que un material opaco podría servir como un elemento óptico de alta calidadcomparable a la de una lente convencional. Además de mirar a través de papel o pintura, e incluso en el interior de las células, la técnica ofrece la posibilidad de que los materiales opacos se conviertan en buenos elementos ópticos para los nano-dispositivos, a niveles donde la construcción de lentestransparentes y otros componentes es especialmente difícil.
Valga la contradicción, porque es cierta: no son un capricho estético, sino una verdadera discusión científica sobre el concepto de lo bello. Los cinco tomos que repasan los “últimos”100.000 años de belleza (ed. Gallimard) analizan la evolución de la estética humana desde la perspectiva de arqueólogos, filósofos, artistas y críticos, sociólogos, antropólogos y hasta psiquiatras.
Lo mejor es la conclusión: que no hay conclusión. Que la belleza no se está quieta y que la ruptura del canon imperante en cada tiempo y civilización hizo avanzar el arte, la sociedad y hasta la tecnología. Que lo bello fue a la vez la causa y la consecuencia de los cambios en la civilización…
La discusión, planteada en forma de libro por la Fundación L’Oréal, y dirigida editorialmente por la etóloga francesa Elisabeth Azoulay, ya era valiente: repasar qué ha significado la belleza desde el primer abalorio de las cavernas hasta el último gadget-joya moderno. Pero el último tomo –cada uno repasa una etapa de la Humanidad–, Proyecciones, es especialmente valiente, porque se atreve a predecir la belleza del futuro.
Pero predecir no es inventar. Con la ayuda de Françoise Gaillard, del Instituto del Pensamiento Contemporáneo de París, Azoulay ha hecho funcionar la calculadora del tiempo valiéndose de la aún joven, pero bella, ciencia de la prospectiva. Incluyendo textos tan diversos como las leyes de la robótica de Asimov (Yo, robot) y otros más actuales, como ensayos de videoartistas, ha creído prever el futuro de la estética: el aumento de la población mundial dará visibilidad a las minorías étnicas, y el creciente éxodo a las ciudades amplificará su capacidad de “contagio”.
Y la tecnología abrirá la puerta a implantes y “rediseños” del cuerpo. Bonito, ¿no?
“Sin pelo, la piel lisa y decolorada, la individualidad desaparece. Yo trato de atraer la atención sobre la vida interior”, apunta Dou. De nuevo, esa vieja lucha entre beldad ética y belleza estética.
El filósofo Jean Baudrillard apunta que en el pasado era “el alma la que envolvía el cuerpo”, pero que la irrupción del desnudo ha cedido ese papel a la piel. Y esta es ya “una prenda de prestigo”.
De nuevo, la “desacralización de la carne”, como la llama el autor, a base de añadirle “máquinas como extensión estética y funcional de la persona”. El cuerpo es bello, pero hay nuevas curvas.
El holandés desafía en sus fotos el estereotipo que liga edad, belleza, sexo y dignidad femeninos. Es como si le hubiera dicho a una pin-up: “No te muevas, voy a por tabaco y vengo dentro de 40 años”.
Las prótesis no son una metáfora de cómo la tecnología y las telecomunicaciones han añadido nuevas piezas, extensiones a nuestro cuerpo. Lo nuevo ya no es raro.
Esta nota está dedicada especialmente para una de mis lectoras más jóvenes: No te mentalices para el Alzhaimer (de todos modos se te va a olvidar) mejor dedícate a vivir la vida en grande con sus colores, sus olores, sus sabores y menos de metro y medio de distancia.
COMPORTAMIENTO OPOSICIONAL DESAFIANTE. Los niños y adolescentes que lo sufren tienen una conducta tan negativa, hostil y desafiante que afecta a sus relaciones sociales, familiares y al rendimiento académico y laboral. SÍNDROME POSTVACACIONAL. Según algunos estudios, lo sufre el 35% de los trabajadores tras un período largo de vacaciones. Los síntomas son cercanos a los de la depresión: tristeza, apatía, ansiedad, sensación de ahogo… PERSONALIDAD ANTISOCIAL. Los que la padecen, casi todos hombres, muestran insensibilidad por los derechos o sentimientos de los demás. Explotan a otros para obtener beneficio material o gratificación personal. DUELO PATOLÓGICO. Una ruptura sentimental (o una muerte) puede producir efectos similares a los de la depresión. Los psiquiatras tratan ahora con antidepresivos las secuelas del desamor que persisten más de seis meses. DEPRESIÓN DEL PARAÍSO. El sol y la tranquilidad no siempre son sinónimos de felicidad. El desarraigo de los turistas del Norte de Europa que viven en España les sume en la depresión. SÍNDROME DE LA BATA BLANCA. Algunas personas con la tensión normal sufren una subida transitoria cuando se la toma un médico. Los factores son emocionales. Es importante porque también la sufren en otras circunstancias: prisas, disgustos, etcétera. Vender el mal para vender el medicamento FOBIA SOCIAL. Lo que era una característica de la personalidad, la timidez, se convirtió en dolencia; con terapia, claro. SÍNDROME PREMENSTRUAL. Cuando el principio activo se convirtió en un fármaco genérico, se comercializó con otro nombre, Sarafem, para tratar la nueva "dolencia".
Según los autores de La invención de trastornos mentales, hay una relación directa entre la aparición de nuevas enfermedades y la de medicamentos. La estrategia consiste en "vender" un trastorno como algo grave, para luego vender más fármacos.
Dos tipos de llamadas
Documentando su conducta, los científicos observaron que los machos emitían con frecuencia llamadas espontáneas donde no existían avisos obvios detectados por los observadores. Los animales también gritaban de modo entusiasta en respuesta a la llamada larga de otro macho o cuando el animal que llamaba abatía un árbol, una exhibición de conducta dominante de estos primates que es comparable al golpeteo del pecho en los gorilas. Estas llamadas largas emitidas en un estado de excitación eran ligeramente más rápidas, con pulsos de duración más corta y más pulsos y chasquidos que las llamadas espontáneas.
En la Antigüedad, el Mediterráneo y el mar del Norte fueron escenarios clásicos de la actividad corsaria. Muchas sociedades, con sus reyes y reinas, vivían de la agricultura, del comercio y... de la piratería. En el siglo V a.C., Herodoto hace referencia a la reina y corsaria Artemisa I de Halicarnaso, que se alió con Jerjes II en Salamina para luchar contra los griegos. De ella diría el rey persa que era la mejor de sus capitanes. Al mando de las galeras de su reino, Caria (Asia Menor), Artemisa usaría estandartes griegos o persas en función de sus intereses. Un siglo después, una tocaya suya, Artemisa II de Halicarnaso, además de ordenar la construcción del famoso Mausoleo, que figuró entre las Siete Maravillas de la Antigüedad, sería conocida por emplear las tácticas más rudimentarias de la piratería para luchar contra sus enemigos. No menos célebres fueron los piratas ilirios, pueblo indoeuropeo que se estableció, sobre todo, en la costa oriental del Adriático, cuya economía se basaba en gran parte en la actividad pirática. Uno de sus más famosos miembros fue una mujer, la reina Teuta, del siglo III a.C., viuda del rey Agrón de los ardiaei –etnia iliria–. Su reino se extendía desde la actual Split, en la costa dálmata, al Epiro, en el extremo noroccidental de Grecia. Teuta organizó excelentemente sus recursos corsarios contra otros piratas ilirios y contra las costas griegas –conquistó la isla de Corfú– e itálicas, hasta que en 229 a.C. los romanos pusieron fin a sus andanzas. En el siglo I En el Báltico y el mar del Norte, los antepasados de los vikingos ejercieron también la piratería a gran escala y en ella, por supuesto, no faltaron mujeres. Como Alvilda, la bella princesa guerrera sueca, de dudosa existencia, y cuya vida narra el monje sajón Saxo Gramático, de los siglos XII y XIII, en su Historia de los daneses. El fraile sitúa a la pirata en el siglo I, y cuenta que, para no casarse con un príncipe danés, la chica huyó de su casa y se puso al mando de una tripulación de mujeres–más tarde también de hombres– junto a su hermana, dedicándose al abordaje de barcos y poblaciones costeras de Dinamarca. Finalmente, fue capturada vestida de hombre por el pretendiente despechado y hay quien asegura que se casó con él. En la Edad Media, a partir del siglo VI y tras las invasiones eslavas, hubo mujeres entre los piratas croatas, dálmatas y vénetos del Adriático. Y en el mundo vikingo también: la sueca Sigrid del siglo X, las noruegas Rusla y Aasa, del IX, y la islandesa Freydis, hija del vikingo Erik el Rojo, en el siglo XI. Se conocen también algunas frisonas, danesas y germanas, como Foelke, que vivió en el XIV, y algunas francesas, a caballo entre la milicia y el corso, entre las que destacan Jeanne de Montfort, hija de un conde francés, y Jeanne Clisson. Piratería femenina en el Mediterráneo Llegados a la Edad Moderna, el Mediterráneo era un mar de piratas. Se sabe de una bereber, Sidá al-Hurra, que fue sultana durante el siglo XVI. Incluso la literatura se hace eco de ellas. Así, Cervantescuenta historias, quizá ficticias o basadas en realidades difusas, de piratas –o similares– españolas, moriscas, e italianas, algunas de ellas ex cautivas, en el norte de África.Lobas de mar
Artemisa, reina y corsaria
Bonny y Read