Si tu respuesta es que sí, quizá estés equivocado. Según un estudio llevado a cabo por la clínica de reproducción asistida Ginefiv, sólo el diez por ciento de los donantes de semen son aptos para serlo. Según explican, la calidad del semen ha decaído en los últimos años debido al estrés, el trabajo, la contaminación, los aditivos alimenticios, el tabaco e incluso la ropa interior ajustada.
Para ser donante de semen el hombre debe reunir una serie de requisitos como tener una edad comprendida entre los 18 y 35 años, sin antecedentes personales o familiares de enfermedades hereditarias graves, que no sea portador de enfermedades de transmisión sexual y debe superar también un test psicológico. Además de estas condiciones, el donante debe tener una alta calidad espermática que se caracteriza por tener una concentración de espermatozoides por mililitro superior a 50 millones; con un avance, de al menos un 50% de los mismos, de forma recta y rápida; un volumen de eyaculado superior a 2 mililitros y una morfología del espermatozoide adecuada que, según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), debe ser simétrico, liso, oval, con la cola recta, el núcleo fijo y de color transparente. Por eso, según la clínica de reproducción asistida Ginefiv, debido a los estrictos requisitos que deben reunir sólo el 10% de los aspirantes a donantes de semen son aptos.
Y es que la calidad del semen ha decaído en los últimos años debido, en gran medida, al ajetreado ritmo de vida. El estrés, los horarios prolongados de trabajo, la contaminación ambiental, la exposición al calor, los aditivos alimenticios, el alcohol, el tabaco e incluso el uso de ropa interior ajustada, son sólo algunos factores que debilitan la calidad espermática. De hecho, de las cerca de 800.000 parejas infértiles que existen en nuestro país un 40% de los casos son por causa masculina. Parejas infértiles
Muchas de estas parejas infértiles deben recurrir al semen de un donante para poder tener hijos. Por eso, el esperma del donante debe ser de una persona sana y con excelente calidad espermática, "lo primero que se hace es realizar un seminograma (análisis del esperma) para comprobar que la muestra de semen es de buena calidad. Después, se realiza un estudio más completo sobre antecedentes familiares, analíticas de sangre para confirmar que no tienen ninguna enfermedad y un test psicológico. Si todas estas pruebas están bien, el hombre puede empezar a donar durante unos 6 meses aproximadamente. Si después de este periodo desea volver a hacerlo, se debe repetir la analítica", explica el Dr. Vicente Badajoz, coordinador de laboratorio que ha realizado el estudio.
Aunque hasta hace poco tiempo los donantes de esperma acudían a las clínicas de reproducción asistida por una motivación económica, según el Dr. Badajoz, "hay una clara tendencia en los últimos años de hombres a los que les mueve un motivo altruista a la hora de donar semen, como tener amigos o familiares con problemas de esterilidad". No aptos para la donación
Pero, los aspirantes a donantes deben tener en cuenta que es muy frecuente no ser elegido para donar. "En la mayoría de los casos no se sorprenden cuando se les dice que no son aptos para la donación, ya que se les advierte desde el principio sobre la rigurosa selección. Además, no ser apto para la donación no implica ser infértil, sólo que la calidad debe ser la máxima para lograr la fecundación de la pareja a la que vas a ayudar. Únicamente en el caso de que la muestra aportada sea de muy baja calidad, se les da la opción de repetir la prueba para confirmar el diagnóstico", asegura el Dr. Badajoz.
Aunque son muchos los factores que influyen para tener una buena calidad espermática, como los genéticos o los ambientales, el Dr. Badajoz aconseja llevar una vida sana con una alimentación equilibrada, práctica regular de ejercicio y sin sustancias nocivas como el tabaco. "Fumar puede influir en la reducción de la concentración espermática, de su movilidad y en alteraciones en su morfología, así como en un aumento de la fragmentación del ADN del gameto o en problemas de erección. Un problema que puede causar también la obesidad, además de una disminución de la frecuencia de las relaciones sexuales. Podemos decir que diez kilos de más en el hombre aumenta un 10% sus problemas de infertilidad", concluye el Dr. Vicente Badajoz.